La vida Onírica

Oniros, uno de los mil hijos de Tánatos, conocido también como Morfeo por su capacidad de tomar la forma de seres humanos y mostrarse en sueños.

viernes, 29 de junio de 2007

¡Maldita perra!

“...Soñé, que soñaste conmigo;
Soñé, que estabas sola.
Soñé, que me adorabas;
Soñé, que me dabas bola...
(Kevin Johansen, “soñé”)


Antes de anoche soñé dos escenas*, sueños separados e incoherentes**, que más que sueños fueron flashazos de imágenes, como contemplaciones de cuadros. Muy cortos.

En uno de ellos, mi perra (que está castrada) tenía otra vez cachorros. Pero yo sabía que no eran de ella. Por esas incoherencias de los sueños, eran pero no eran de ella. Mi perra es negra, con el pelo más o menos largo y brillante. Los cachorros eran marrones, y tenían una horrible pelusa enredada y sucia. Y estaban muy pero muy flacos; se le veían las costillas notablemente. Y yo sentía esa incertidumbre desesperante (otra vez) de no saber cómo hacer para ubicar a los perritos en distintos hogares.

Durante el día había estado pensando en que mi perra esta bastante flaca a pesar de que come mucho, y que debía comprarle antiparasitarios internos. Y también había estado pensando en mi cuñada, embarazada de siete meses. Ella ya tiene dos hijos, pero se separó y ahora vive con otro hombre (el padre de este tercer hijo que está por nacer). Los dos primeros son de tez bien blanca y pelo castaño, como su padre. Presumo por ende que este tercer niño no será tan rubio. Y el más pequeño de sus hijos suele estar por debajo del peso normal que tendría que tener según su edad.
Creo que mi sueño fue un gran popurrí de todo eso. En donde lo primero que salta a la vista, ahora que lo plasmo en letras, es que la perra de mi cuñada va a tener un hijo que no se va a parecer a los otros, que dicho de paso están bastante descuidados. Como los cachorros de mi sueño. Flacos. Y la incertidumbre desesperante es la que siento por esos chicos. ¡Cómo se atan cabos escribiendo los sueños! Y yo que ni bola le había dado a éste...

*No recuerdo una de ellas en este momento.
**Ya no me parece tan incoherente.

1 comentario:

Rogelio Ferreyra dijo...

Freudiano, gracioso, y agudo.

Lamento que cargues el peso de hijos que no son tuyos.

(A veces parece que siempre digo lo mismo, pero creo que es solamente cuando hablo con la misma persona.)