La vida Onírica

Oniros, uno de los mil hijos de Tánatos, conocido también como Morfeo por su capacidad de tomar la forma de seres humanos y mostrarse en sueños.

sábado, 30 de junio de 2007

El Rugrats Maldito y el Hombre

Fueron dos sueños, con cero conexión entre sí. Uno fué breve, demasiado breve. Desperté en medio de la noche sabiendo lo que había soñado. Ahora que recapitulo puedo decir que fué uno sólo, pero tan diversa era la cuestión que me parecieron dos. Desperté, y tenía la certeza de que por la mañana no recordaría lo soñado, y en el sopor planeé un artilugio para recordar. Dije en voz alta: "El Rugrats maldito y yo siendo hombre". Lo repetí varias veces, para que se fije en mi cabeza. Miré hacia un lado y vi la almohada(y yo no duermo con almohada)con una funda blanca con la cara de Tommy(de los Rugrats). Pensé entoncés que me sería imposible olvidarlo si a la mañana veía la almohada. Pero no sé, evidentemente hablé de dormida. Es confuso, mucho. Rara vez he tenido tal problema para dilucidar entre sueño y vigilia.
El sueño en cuestión no lo recuerdo todo. Sólo sé que soñé con Tommy, y luego el otro sueño.
Era un hombre, estaba en el cuerpo de un hombre, pero pensaba como mujer, como pienso yo. Era yo. Tenía la sensación de conducir un auto por calles oscuras, pero lo que veía frente mío era como la pantalla de un videojuego. Estaba buscando algo, a una persona. Llego a una intersección en forma de T, y me adelanto al semáforo en rojo y cruzo, tomando para la derecha. Era un pasillo, y ahora camino. Habían varias puertas. Los frentes de las casas eran de ladrillo, con verjas cortas, negras y lustrosas. Puertas de madera, con vitrales en medio. No podía visualizar la calle, sólo las entradas. Era infinito el número de entradas, pero recorro sólo unos pasos y entro por una. Había mucha gente, un semi concierto donde los que tocaban eran los únicos presentes. Todo se veía muy calido. Escaleras brillantes de un marrón acaramelado, un parqué al tono, el sol entrando por los ventanales que no se veían por ningún lado. Allí adentro se respiraba a tarde de primavera, con el sol tibio en el cuerpo. Me dirijo a una chica, era Mary Jen(la del Hombre Araña, la película), pero era más pequeña, casi una niña. Le calculo unos doce años. Era mi novia, y en el recinto todos estaban con sus respectivos novios. Y le digo: "una vez que crucé la calle ya no me tuvo que dirigir nadie a donde ir, sabía donde estabas, te sentí". A todo esto yo pensaba cosas que no le decía. Pensaba queera el amor de mi vida, que su presencia me guió entre tantas puertas para elegir la correcta, que la podía oler. Y pensaba en sexo, en cuando lo tendríamos. Tenía la certeza de que ya lo habíamos hecho, y estaba preparado para hacerlo en el momento, delante de todos si ella se dejaba. Pero no le dije nada.
Y no recuerdo más.

viernes, 29 de junio de 2007

¡Maldita perra!

“...Soñé, que soñaste conmigo;
Soñé, que estabas sola.
Soñé, que me adorabas;
Soñé, que me dabas bola...
(Kevin Johansen, “soñé”)


Antes de anoche soñé dos escenas*, sueños separados e incoherentes**, que más que sueños fueron flashazos de imágenes, como contemplaciones de cuadros. Muy cortos.

En uno de ellos, mi perra (que está castrada) tenía otra vez cachorros. Pero yo sabía que no eran de ella. Por esas incoherencias de los sueños, eran pero no eran de ella. Mi perra es negra, con el pelo más o menos largo y brillante. Los cachorros eran marrones, y tenían una horrible pelusa enredada y sucia. Y estaban muy pero muy flacos; se le veían las costillas notablemente. Y yo sentía esa incertidumbre desesperante (otra vez) de no saber cómo hacer para ubicar a los perritos en distintos hogares.

Durante el día había estado pensando en que mi perra esta bastante flaca a pesar de que come mucho, y que debía comprarle antiparasitarios internos. Y también había estado pensando en mi cuñada, embarazada de siete meses. Ella ya tiene dos hijos, pero se separó y ahora vive con otro hombre (el padre de este tercer hijo que está por nacer). Los dos primeros son de tez bien blanca y pelo castaño, como su padre. Presumo por ende que este tercer niño no será tan rubio. Y el más pequeño de sus hijos suele estar por debajo del peso normal que tendría que tener según su edad.
Creo que mi sueño fue un gran popurrí de todo eso. En donde lo primero que salta a la vista, ahora que lo plasmo en letras, es que la perra de mi cuñada va a tener un hijo que no se va a parecer a los otros, que dicho de paso están bastante descuidados. Como los cachorros de mi sueño. Flacos. Y la incertidumbre desesperante es la que siento por esos chicos. ¡Cómo se atan cabos escribiendo los sueños! Y yo que ni bola le había dado a éste...

*No recuerdo una de ellas en este momento.
**Ya no me parece tan incoherente.

miércoles, 27 de junio de 2007

Mis dos últimos sueños sanguinolientos

Y la sangre que ningún miedo me provoca despierta me ataca por las noches, tiñendo mis sueños de rojo y llenándolos de calor.
Estaba en una casa de madera de dos pisos, con dos amigas que no sé quienes serán(amigas de sueños). ïbamos a jugar tennis, y caminábamos por un pasillo de metal pintado de un blanco descascarado y sucio, como el pasillo de un barco de mala muerte. Llegamos al cubículo que hacía las veces de baño, y me saco mi guillermina negra, ya que estaba en pollera, y así no se juega al tennis. Tenía puestas unas medibachas marrones(mis medibachas marrones), y al ver la planta enfundada en ellas siento el calor de la sangre en mis pies, no se veía rojo, sólo el marrón más oscuro. Yo podía sentir como la sangre se deslizaba desde mis muslos(obviamente era de una menstruación, no de una herida) hasta la punta del pie. Y miro a todas, disculpándome con la mirada, y diciendo que no sabía que es lo que pasaba, porque hacía una semana se me había ido... Ya no era una posibilidad quitarme la pollera, porque me debía sacar las medias, y oh casualidad: no estaba depilada. Y bueh, me dije, no voy a ser la primera ni la última en jugar al tennis en pollera.
Me veo de repente saludándo desde lejos a alguien(creo intuir que era mi primo Andrés), sonriente. Tenía el brazo izquierdo agitándolo en el aire, y de refilón veo aun hombre barbudo en una ventana de vidrios sucios haciendo gestos con los brazos y mirándome. Tenía levantado un brazo, y con la otra mano se tomaba la axila y hacía de cuenta que peinaba los vellos axilares me burlaba. Sentí verguenza, pero caigo en que por mí no lo podría haber dicho, pues me ví puesta una remera verde ajustada de mangas largas. Me reí de mi misma, pero al instante pensé que talvez tenía un porotito sin saberlo...

Miraba la tele, pero no miraba, era una tele-radio. Yo sólo escuchaba, pero mi cabeza hacía la acción de mirar tele(no sé si se entiende). Estaba mi hermana sentada a la mesa haciendo lo mismo. Y veo(escucho) en el noticiero la noticio de que un niño tuvo un problemas en la escuela, y a raíz de eso murió. Era mi hermano menor. Salgo corriendo a la pieza de mi vieja a contarle, asustada. Estaba dormida, envuelta en su colcha amarilla, siempre tan tibiecita. La toqueteaba para que despertará, y estando ella semi-dormida le comenté lo ocurrido. Me dijo que no me preocupará, que era noticia vieja, que ya llamó al noticiero para que la sacaran del aire. No le creí, y para estar segura me fijé la fecha del suceso, y se lo comenté. En el acto se levantó, dispuestas a ir a la comisaria. Pero no terminamos en la comisaria, estábamos en la parada del colectivo, en la estación de trenes cercana a mi casa. Era de noche, y los coches doblaban en una esquina. Los podía observar, doblaban, algunos paraban y otros seguían de largo. Eran blancos. De uno baja mi hermano, y sin que él dijera nada supe todo, pude verlo, lo aluciné. Pude ver el momento preciso en que Lucas(mi hermano)se enojaba con su señorita y le clavaba una lapicera Parker gris en el medio de la garganta. Fué un golpe certero y lento, en el medio de la laringe. La sangre brotaba en hilillos, pero a ella no se le veía la cara. Sólo la imagen de la Parker en el cuello, y un sentimiento de sorpresa, pues yo daba por muerto a mi hermano. Y pasaron más cosas, inconexas. Entre ellas preparar una mayonesa casera y llevarla bajo la lluvia a un descampado, en una espececie de peregrinación con gente desconocida.
Y no recuerdo más.

lunes, 25 de junio de 2007

Mi primer sueño

A ciencia cierta no sé si fehacientemente es el primero, pero por lo menos así lo recuerdo. Es mejor empezar por el principio.
Es una pesadilla. Entro en una casa abandonada, toda de madera, y con eso árboles tristes y secos rodeándola, de ramas viejas, semejándose a brazos de dedos nudosos que tratan de agarrarte. Igualitos a los de la tele, o a los del videojuego que hay que armar un parque de diversiones. Entro, y veo una pared de tablas marrones, y entre cada tabla había una hendidura lo suficientemente ancha como para espiar por ella. Naturalmente me acerqué, pero no fué necesario...empezaron a brillar ojos, muchos ojos. Verdes fosforecentes, rojos, amarillos patito, violetas. Algunos parpadeaban, algunos eran redondos, otros alargados, otros con un ceño negro invisible bien fruncido entre ellos. Y corro, y me persiguen(o me tiran, no lo sé)unas cosas pequeñas de forma triangular. A mi sorpresa eran porciones de pizza, y a mí no me gusta la pizza. Y me veo corriendo en el campo(porque la casa estaba en el campo) de noche, y un árbol de boca profunda me perseguía. Gesticulaba con esa enorme abertura de calabaza de Hallowen, no tenía nariz, sólo dos cuencas vacías y la temible boca que amenazaba sin sonido alguno.
Y no recuerdo más. ¿Edad? no lo sé, pero antes de los 7 años.

ERROR!!!! éste no fué mi primer sueño...Mi primer sueño fué en jardín de infantes. Soñe con el rostro del nene que me gustaba. Gabriel se llamaba. Lo recuerdo como si fuera una fotografía, sonriendo, sólo visible su cara, su tez blanca, su pelo oscuro. Fué tan, pero tan vívido, que hasta el día de hoy puedo verlo como en aquel entonces, con 4 tiernos años.

Arrancando

Soy fanática de los sueños, soy de esas personas que sueñan a diaro y que luego recuerdan todo lo sucedido. Los rostros, las voces, la vivacidad de los colores(en particular del verde, siempre hay verde en mis sueños), los sonidos apagados, la mezcla entre la realidad y la fantasía, ese hermoso saber que estás dormida y sin embargo no poder creerlo y no desear despertar jamás, el protagonismo histrónico en cada uno de ellos (allí podemos ser los héroes cada vez que lo deseemos, y si no alcanzamos tal categoría, mínimamente seremos el personaje principal que termina mal), las sensaciones tan reales en el cuerpo por más que estés tapada por dos colchas, el sentir al despertar que has hecho más en el sueño que en toda tu vida, el cansancio del soñar y ser tan activa... Tanto, pero tanto, hay para decir de los sueños que no me alcanzan las palabras.
Pero quiero ir más allá de mis sueños, y quiero conocer los de los demás, quiero saber quienes son cuando duermen, quiero investigar. Poca gente que conozco sueña y recuerda, y esto me pone un obstáculo a mi necesidad de saber, a mi curiosidad. Por tal motivo creé este blog, para saber sobre los demás, y de paso para plasmar un par de sueños cada vez que me venga en gana. No solicito nombres, el anónimo me parece perfecto. Sólo deseo saber que pasa por las mentes cuando descansan en apariencia.
Por favor, consientan a esta chica, que nada cuesta...