La vida Onírica

Oniros, uno de los mil hijos de Tánatos, conocido también como Morfeo por su capacidad de tomar la forma de seres humanos y mostrarse en sueños.

domingo, 24 de mayo de 2009

Encuentro raro...

Iba cruzando una calle que me recordaba mucho al barrio de mi niñez, con calles de tierra, en Suárez. Y de frente viene caminando Víctor, para gran sorpresa mía. Estaba igual a como lo recuerdo de la vida real, y hasta tal vez un poco más alto. Venía caminando con una chica, y me vio, pero no me reconoció y siguió su rumbo. De mi boca no podían salir palabras, estaba muda del asombro.
Pasa a mi lado sin mirarme y se mete tras un portón, entrando a una casa. Lo veo alejarse hacia la puerta de entrada atravesando el patio, y ahí me doy cuenta de que esa era mi casa, y de que Víctor entraría en ella.
Lo sigo viendo, camina por el pasillo del costado, rodeando la casa para dirigirse a mi pieza que está aparte. No podía dejar de pensar en lo asombroso de tenerlo allí, cuando lo veo reaparecer y tratar de abrir una puerta -inexistente en la vida real- que conecta mi casa con la del vecino. Entro en pánico, por que sabía que si cruzaba esa puerta no lo encontraría más, y entonces lo llamó con un grito: ¡Víctor!
Se da la vuelta y me mira con intriga, entrecerrando los ojos para tratar de reconocerme. Avanza hacia mí despacio, y cuando estamos a pocos centímetros, veo en su cara que por fin se da cuenta de quién era yo. Su cara se va transformando en una mueca de alegría y me dice, como preguntando pero a la vez afirmando: ¡¿Mario!?
Y yo le digo: Si…

Yo era Mario, y no Barbi. Y lo peor de todo es que estaba segura de ser Mario. Ahora, no tengo ni idea de quién era Mario, pero por un momento lo fui ante los ojos de Víctor.

Y así desperté.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Dobles

Este sueño me lo gané por mi obcecación en leer a Dostoievsky y Lovecraft en simultáneo, y por mirar Naruto Shippuden… Les cuento de qué se trata:

Estaba en una habitación muy bien amoblada, tanto que parecía un hotel de lujo. Estaba junto a otra chica, y había una máquina que generaba dobles, y lo único que uno tenía que hacer era exponerse a los rayos invisibles que emitía el aparatejo. La finalidad de un doble era para que tuviera sexo y filmara una película porno junto a mí, como si fuéramos gemelas ¿?. Pero estando ahí, lo pienso mejor, y al ver que el doble de la otra chica, además de ser un calco fiel era en extremo desinhibido, me decido por hacer uno y luego clonarlo nuevamente, para tener dos copias que pudieran filmar sin ningún tapujo. Estaba el plus de saber que la experiencia que ellos tuviesen la sentiría y ganaría yo también, como si mis clones fueran Kage Bunshins de Naruto.

Y final del cuento, no recuerdo si hubo o no parte xxx.

lunes, 11 de mayo de 2009

Más de Víctor...

Me lo encontraba en una panadería, y caminábamos juntos escogiendo las medialunas. Él estaba a mi izquierda, y yo lo miraba a cada rato, indecisa de si declararme o no, ya que no sabía si tenía novia, hijos o lo que fuera.
Y él me sonríe, y me habla con un tono de voz muy dulce y pausado, característico de él (ni yo sé desde cuando le reconozco el timbre de voz, pero lo hago).
Y ahí tomo valor y le digo algo así: "Sé que esto te va a sonar raro por que no te conozco y hace mucho que no nos vemos...pero me gustaría que salieramos para conocernos, y tal vez hacernos novios ¿?, por que yo estoy enamorada..."
Y él no me dice nada, sólo me mira y me sonríe, como asintiendo.

lunes, 4 de mayo de 2009

Estábamos huyendo de un dinosaurio que no tenía carne, que sólo era un esqueleto, pero no de hueso, si no de algo así como cemento. Todo el mundo corria por que no había nada que hacer contra semejante bicho, y se metían en un sitio resguardado por una cortina metálica, levantada apenas para permitir que alguien pasase por abajo.

Yo tenía un arma que consistía en un hilo tipo tanza, con un gancho en la punta. Yo lo arrojaba y lograba que se enganchase en una de las costillas del animal, y luego tiraba, logrando romper el hueso. El metal del gancho era muy fuerte, era lo único que dañaba al animal. Pero yo dudaba de usarlo, por que la tanza era débil y podia cortarse. Ante mi duda, un compañero-que se me antojó un cavernícola-me dijo que qué hacía que no lo ayudaba a matar al bicho. Tiro de nuevo mi arma, logrando agarrar otra costilla, tiro y se rompe por fin el hilo. Ya no había esperanza, así que todos nos dirigimos a la entrada cubierta por la cortina, y arrastrándome bajo ella, entré. Dentro todo era cálido, habían muchas luces, ruido y música. Era algo así como una feria, y yo me sorprendía de la vida y la tranquilidad que allí se respiraba siendo que fuera estábamos dando la vida por salvar al ¿mundo?. Yo pensaba: "qué desagradecidos que son en la aldea...". Sigo caminando, y veo mesas repletas de comidas; entramos a un restaurante y me siento a una mesa redonda junto a mis compañeros de batalla. Nadie nos servía comida ni teníamos como pagarla, así que con disimulo agarramos las sobras de los de al lado. Eran bandejas plateadas, llenas de asado. Se veía tan pero tan rico.



Viajaba en un colectivo, pero sólo éramos dos personas. Lo paramos en el medio de una calle, y cruzamos un puente, y costeamos una valla que nos separaba de algo, que no sé si era una costa rocosa, pero me daba la impresión de que sí.

Luego vuelvo a estar en el colectivo, pero eramos tres personas; se había agregado mi abuela. Paramos en la misma calle y cruzamos el mismo puente, pero eramos dos. Mi acompañante me recrimina por dejar a mi abuela tirada en el colectivo, por lo cual vuelvo rápido y la saco del ahora Falcon verde.



Y fin de la historia.

Sueños perturbadores

Fueron dos, de diferentes días:

*Estaba en el cordón de la vereda, en una esquina, y veo como el agua del cordón iba subiendo. Al principio la calle era de tierra, y se parecía mucho al barrio de la casa de mi viejo, en San Martín; pero con la crecida del agua, ahora se veía asfaltada, y las juntas del asfalto eran notorias. El agua seguía creciendo en oleadas, por que ahora era el mar el que lamía la vereda. Había más gente en la vereda opuesta, y estaban bastantes asustados por la suba del agua. Siguió subiendo, y el agua era trasperente a más no poder, se podía ver con claridad el fondo, y con cada ola se formaba espuma. De repente me veo sobre un montículo de tierra y hierba, un poco por encima del nivel del agua, que ya era bastante profunda, pero seguía iguak de clara. No tenía miedo, mi seguridad de saber nadar me daba la confianza para zambullirme en cuanto quisiese.
En un momento miro hacia la otra esquina, que es de donde venía el agua, y veo que aparecen olas negras, que al romper, ensuciaban el agua. Pero yo seguía tranquila, porque eso ocurría en la orilla opuesta y no en la mía; estaba maravillada con que el mar llegase hasta mis pies.... La alegrìa me duró hasta que noté que las olas negras seguían avanzando contaminando mi orilla. era horrible ver como esa gigantesca masa negra se movía y ensuciaba todo a su paso. Ahora si que estaba asustada, ya que en esa agua no me animaría a nadar. Y de sólo estar empiezan a aparecer muebles en el agua que volvía a ser clara. Destacaba un sofá rojo, y sillas de madera, pero había más... Y ahí entendí que se trataba de una inundación, y sentí mucha tristeza por la gente a la que le estaba pasando.

*Me tenía que deshacer de un tipo que ra una mole rubia. Muy parecido al ruso de la película "The Punisher", nada más que se veía más gigante aún. Me apretaba, y yo sabía que tenía claras intenciones de matarme, por lo cual peleaba y trataba de que me suelte.Sentía terror de que me apretara fuerte y me rompiera los huesos. En un momento me sujetaba fuerte, pero yo tenía en la mano algo así como un bisturí, pero escondido, por que mi intento de esacape era solapado. No sé como, pero hago una montaña de plastilina marrón sobre su cabeza y luego hundo el bisturí en ella, a modo de silenciadora. Pero no pasaba nada...el tipo seguía vivo.
Ahora me perseguía, y llego a un complejo de piletas en donde logro escabullirme de él, y me voy lo más lejos posible, topándome con un muelle de madera muy viejo. Bajo el muelle había un chico que parecía muy viejo, y que me decía que no podía salir por ahí por que estaba todo cercado. Miro más adelante y puedo ver el mar, pero efectivamente había un alambrado, y para peor, también había un perro gigante y marrón atado a un poste que dormía. Sabía que no podía pasar sin despertarlo y con eso alertar al rubio de mi localización, pero también sabía de que si me quedaba ahí, tarde o temprano me encontraría. Estoy en la duda, pero al mirar el mar de nuevo me quedo espantada, por que estaba oscuro, y cada ola que llegaba depositaba en la costa una gran cantidad de algas y ramas de àrboles. Además estaba muy picado y crecido; y si quería huir por ahí, no me quedaría más remedio que ir a mar abierto, por que la pequeña playa estaba rodeada de rocas. No tenía escapatoria, estaba deseperada, y es entonces cuando se aparece de nuevo mi asesino. Me iba a agarrar cuando veo que una mujer le salta a la cabeza y lo noquea de un golpe muy fuerte... no sé quien era ella, pero me alivió tanto que se terminó el sueño.




sábado, 2 de mayo de 2009

Buscando a Víctor

Me había encontrado con la novia de mi ex-no la conozco, no sé si tiene novia, pero sé que era la novia-, tenía el pelo negro y lacio. Yo salía del mercado, y en la alambrada de la vereda había un papel con mi nombre escrito, y sobre él un tachado, que en lugar de Barbi decía Diana. No sé como, pero yo había encontrado la manera de que con sólo tachar una letra podía lograr la conversión del nombre; y pensaba: "pobre idiota...muy para Leonardo", pero no se lo quería decir, por que ella tenía información muy importante para mí, información sobre Víctor.
Sabía que ella lo conocía, y le pregúnté que sabía de él, a lo que ella no me quería contestar. Me sonreía y movía la cabeza negando, y yo iba tras ella rogando por algún dato. La seguía por un camino terroso, y por último por una plataforma rodeada de agua estancada marrón, de la cual tenía miedo de caerme si le seguía insistiendo.
Le pido el mail, la dirección, el teléfono, algo...pero nada. Cómo último esfuerzo le pido que por lo menos me dijese si estaba gordo, feo y granudo, a lo que se ríe y me dice: "no, nada que ver", con lo que me alivio. Y ya que obtuve una respuesta, insisto más esperanzada, y en un momento me dice: "trabaja en una panadería de Boulogne", y después de eso no quiere abrir más la boca, dejándome con la duda de cuál de las tantas sería donde trabajara.
Durante todo el tiempo que le hablaba a la chica, una pregunta rondaba mi mente: "¿sabías quién soy yo?"; por que yo sabía que ella no estaba entereada que yo era la ex de su novio, y que le hubiera molestado enterarse y haberme estado hablando...y yo no quería que se enojase por que sabía de Víctor, y era mi único contacto para encontrarlo...

Y no recuerdo más...