La vida Onírica

Oniros, uno de los mil hijos de Tánatos, conocido también como Morfeo por su capacidad de tomar la forma de seres humanos y mostrarse en sueños.

jueves, 4 de febrero de 2010

De orines oscuros...

Por demás raro y breve...

Soñé que mi compañera de trabajo estaba orinando en un baño público de una pileta de natación o de un club. Yo no la veía, pero sí podia observar el chorro de orina que caía en la taza blanca del inodoro, y notaba que era demasiado claro, como si fuera agua. No sé de qué venía la cosa, pero era fundamental que orinara con más fuerza y más concentrado, así que, con fuerza y determinación, voy caminando para atrás y choco con la puerta del cubículo desplazándola a ella para atrás, y quedando en una posición un tanto sospechosa, me pongo yo misma a hacer pis. Mi chorro sí que era oscuro y bien potente. Estaba satisfecha, y daba por hecho de que ella ahora lo haría bien.
Había alguien más en el lugar, que era quien nos tenía que aprobar, pero no sé quien.

lunes, 11 de enero de 2010

Sueños de Seis Meses

Para ser de seis meses son escasos, y más teniendo en cuenta lo que solía soñar. A ver qué recuerdo...

Soñé con un chico con el que solía tener algo; un amigo con derecho a roce, digamos... Lo soñé en una pileta tipo de acuario, circular, de paredes transparentes. No habían animales en ella, sólo estaba él y una chica, la cual en mi sueño era la novia. Ella me era totalmente desconocida, pero se veía muy bonita y frágil, y yo sabía que ahí no podía competir, porque la miraba de un modo muy lindo. Salían del agua -en realidad no recuerdo haber visto nada de eso, pero sí recuerdo que pasó eso... no sé si se entiende- y caminaban por el piso de cemento muy lentamente, pasando cerca mío. Él me decía algo, como despidiéndose de mí mientras la cubría con una manta o una toalla a ella. Yo no me sentía mal; sabía que ahí mismo se terminaba todo entre nosotros, pero que entre ellos dos había amor, y eso era lo que contaba. Era un poquitín angustiante, pero me daba felicidad por él.
Al día siguiente soñé de nuevo con él -fue una seguidilla de tres sueños, pero el tercero ni lo recuerdo, lamentablemente-, que venía a mi casa y entraba a mi cuarto y hablábamos. Nos besábamos, pero no había un tinte sexual, o no lo recuerdo. Sólo sé que me desperté llamándolo en voz alta. De hecho, me despertó mi propia voz. Fue muy raro, y me dejó una sensación de inseguridad profunda.

Hace unos días soñé con un chico con el cual ahora tengo algo. Se aparecía en mi cuarto, y todo estaba en penumbras. Yo estaba muy contenta, casi diría feliz, de tenerlo ahí. El se quedaba parado en el umbral de la puerta, y no sé si me miraba, pero yo me deleitaba mirando su figura ahí, a contraluz, en silencio. Fue muy real, y al instante ví el monitor de mi computadora que mostraba un mail suyo en el que decía que no me podía enviar mails porque no tenía monitor. Yo no entendía muy bien cómo funcionaba eso, pero era así. Yo sólo seguía sintiendo su presencia en mi cuarto, y sé que en algún momento se recostó junto a mí, y nos abrazamos. En realidad no sé si lo soñé tan así, pero al despertar me dio esa idea, ya que me levanté pensándolo y añorando tenerlo ahí para abrazarlo, como en el sueño. Fue muy loco, pero hermosísimo. Surreal.

Sé que antenoche o alguna noche muy cercana soñé con gente mojada. No sé quienes eran -de hecho no recuerdo nada de nada del sueño, sólo que había gente mojada, chorreando agua-. Me daba la impresión de tener que ver algo con el trabajo y la familia, pero no lo sé.

También soñé que me regalaban dos gatos muy lindos. Uno era negro, y el otro de un gris plata fascinante. Yo los acariciaba mientras estaba en cuclillas en la puerta de mi casa, y ellos estaban en una caja de cartón. Fue un sueño muy lindo, y me dieron ganas de traer otro michi a casa.

Creo que nada más. Sepan disculpar la falta de precisión. Si recuerdo algo más lo haré saber. Y prometo seguir posteando los sueños -si es que hay-.